Un nuevo comienzo: Después de un 2022 soñado e inolvidable -donde se consiguió el objetivo que tanto se anhelaba-, comenzaba una nueva ilusión para la Sub 20. Ni bien terminaba el año, ya se hablaba de continuar haciendo historia en el club, es por eso que la ambición por el bicampeonato era mayor a cualquier pensamiento negativo que uno se podía hacer. La realidad marcaba que iba a ser un año distinto al año pasado, nuevos desafíos y complejidades que iban a requerir de paciencia y confianza durante todo el año para mantener un equipo ganador. Desde un principio ya en la pretemporada, sabíamos que no íbamos a contar durante ella con varios referentes de la generación 2003 que fueron llamados para realizar la pretemporada con la primera del club. Llegaban nuevos compañeros y de alguna manera era un lindo desafío de afrontar, incluirlos y hacerlos sentir parte desde el primer momento para forjar un grupo que esté unido hasta el final, convencerlos de una idea marcada y hacer sentirles el respeto y humildad que teníamos uno del otro.
La pretemporada desde un principio para el cuerpo técnico es fundamental. El propósito es que los jugadores consigan un estado físico/aeróbico excepcional para ya desde sí, tener una ventaja sobre los demás rivales en los partidos. Es por eso que el cuerpo técnico un mes antes de que comience la tempoarada se reúne para planificar todo con la mayor organización posible, para marcar un camino a seguir durante el año y no salirse de su plan.
El cuerpo técnico este año estuvo compuesto por Chueco (José) Perdomo, Francisco Stanham, Máximo Morales y Lucas Villaronga. Durante la pretemporada entrenamos 4 días por semana de los cuales dos son siempre en el cantero del LATU, donde se enfoca más en la parte aeróbica y de fuerza para darle volumen a ello.
Los otros dos días son en el anexo, donde se focaliza más la parte física/futbolística para poder complementar ambos entrenamientos.
IDEA DE JUEGO
Formación/sistema/rol de cada jugador
La formación utilizada por la Sub 20 durante casi todo el año fue el 4-4-2, donde para el Director Técnico del equipo (Chueco Perdomo) debe predominar el orden táctico e intensidad para marcar y jugar. El “Chueco” siempre requiere en el equipo delanteros solidarios para comenzar la presión en campo rival, más allá de sus cualidades ofensivas para hacer goles y generar espacios. En cuanto a los volantes/extremos por banda, se prioriza jugadores rápidos y picantes en el 1vs1 con facilidad para desequilibrar y convertir, este año los máximos goleadores del equipo justamente fueron ambos jugadores que juegan en ambas bandas con 10 y 8 goles respectivamente. En los volantes defensivos se anteponen jugadores aguerridos y con facilidad para manejar la pelota a la menor cantidad de toques posibles, siempre uno responsable de hacer el balance cuando el equipo está en zona de extremo ataque. En referencia a la defensa, a ambos laterales se les pide incidencia tanto en defensiva para cerrar su sector como en ofensiva para desbordar, por último, en este equipo es fundamental que ambos defensas centrales tengan comunicación y orden para brindar seguridad al arquero y todo el equipo.
Virtud
Sin dudas que una de las mayores fortalezas de este equipo campeón, fue la solidez defensiva que se mantuvo -sobre todo- en los partidos finales. En los últimos 8 partidos disputados por la ronda del título, tan solo recibió 3 goles, además de convertir 18 tantos. El equipo acumuló 11 victorias en sus últimos 11 partidos jugados, remontando así una desventaja de 7 puntos que tenía con respeto a su clásico rival, para después finalizar primero con una diferencia de 9 puntos sobre su perseguidor.