En octubre de 2023 se cumplieron 10 años de un logro muy especial para el rugby azulgrana.

Una década atrás, OB&GC se coronaba Campeón Uruguayo de Primera División de rugby y lograba obtener el máximo galardón por segunda vez en 4 temporadas.

Nos juntamos con 3 protagonistas de aquel equipo campeón: Jorge “Capu” Capurro, campeón también en 2010; Alfonso “Foncho” Leindekar, de corto y exitoso paso por el Plantel Superior de Old Boys y Francisco “Panchi” López, en aquel entonces una aparición explosiva de talento y frescura que terminó de fortalecer el ataque azulgrana.

A 10 años de esa epopeya, la volvemos a vivir junto a estos 3 cracks.

 

¿JUGARON EL PARTIDO QUE NOS ELIMINA CARRASCO POLO EN SEMIFINALES EN 2012?

Alfonso Leindekar: Yo si jugué ese partido. Entré de suplente. No habíamos tenido un mal año y no llegamos confiados al Charrúa. No recuerdo en que momento entré, pero sí que sentí que el partido estaba medio liquidado para ellos, metí un tackle…digamos…

Francisco López: A destiempo.

Alfonso Leindekar: Polémico diría (risas). Perdido por perdido, hacer sentir el rigor era un pequeño triunfo personal.

Francisco López: Yo no lo jugué. Fue el año que subí al Plantel Superior, pero antes de ese año jugaba al fútbol, era futbolero con Nico Beare y después nos fuimos a jugar al rugby. Nico ese año 2013 jugó un montón en Primera y estuvo a la orden en aquella final.

Jorge Capurro: En agosto de 2012 me rompí la gamba, tenía un desgarro machazo.

AL: Es verdad, tenías un moretón enorme atrás de la gamba.

JC: Desde el culo hasta la pantorrilla me arranqué todo. Estuve 9 meses para volver a jugar. Volví en marzo de 2013.

 

¿CÓMO ARRANCÓ LA TEMPORADA 2013? ¿PANCHI VOLVES A JUGAR?

FL: Vuelvo a jugar al rugby. La verdad que siempre fui más futbolero que rugbista. De chico me costaba menos entrar a los equipos de futbol. Al rugby siempre perché.

Ese año nos habían comentado que el grupo de rugby estaba muy lindo y con Nico (Beare) dijimos ¿Vamos a probar a rugby? Arrancamos la pre temporada y empezamos a jugar.

AL: Yo había subido a Primera el año anterior. Mi generación jugábamos pocos al rugby. Éramos el Fatiga (Andrés Vilaseca), el Alfon (Alfonso Calvo) yo y no mucho más.

En Plantel Superior nos recibió toda la generación de Capu que siempre jugamos con ellos en el Colegio. Había tremendo plantel y tremendo grupo humano.

Los sábados era: Yo laburaba en el British entrenado a los guachitos, me cambiaba, almuerzo, partido y después nos quedábamos en la sede hasta las 3 de la mañana. Capaz que salíamos o no, recuerdo que había muy buena onda entre todos.

Y al año siguiente, en 2013 esa onda fuerte continuaba.

JC: De aquella pre temporada de 2013 me acuerdo de la gira a Hindú que César me preguntó si estaba para jugar y no me sentía al 100. Volví a jugar contra Pucarú acá en el club y ese día me rompí la mano. Por suerte fue una lesión menor que me dejó afuera 3 semanas.

Había bruta manija. Todos los viernes de noche antes de los partidos nos juntábamos a comer con el Braulio Invernizzi, Tambor (Gabriel Puig), el Tin (Martin Stefani) y a veces venía Pishi (Federico Pérez). Era una cábala y está bueno eso porque cuando uno ahora piensa ¿qué pasó? ¿por qué pasó? ¿cómo pasó? Aparece toda esta serie de pequeñas cosas que armaron la historia grande.

¿SE PUSIERON OBJETIVOS CONCRETOS? ¿DÓNDE ESTABA PUESTO EL FOCO?

AL: Hicimos una muy buena pretemporada y la idea era generar más juego. Dejar un poco de lado lo que se venía haciendo en general en el rugby uruguayo, más de forwards, de golpe y trancado. Era como que se buscaba generar más juego. Había una jugada medio galáctica de line reducido en donde yo quedaba entre los centros, pasaba por atrás el full back y no sé qué más y yo estaba ahí, era una opción de pase rezando para que no me la den (risas).

FL: A mí lo que más me impresionó fue como integraron a los más chicos. En mi caso que venía de otro deporte, siempre me tiraban para arriba, había bastante diferencia de edad entre nosotros y los más grandes. A nivel del juego, te dejaban hacer. Los juveniles éramos bastante atrevidos y nos permitían equivocarnos, tirar cualquier cosa que se nos ocurra y si no te salía, te tiraban para adelante. Había muy buena vibra y acá habló más por los backs. Gente más vieja escuela como el Oveja (Santiago Core), a veces le rompía los ojos verme tirar un sombrero y me retaba. Era una relación de amor-odio (risas), me decía que era un pendejo atrevido, pero en las situaciones más complicadas me daba confianza cien por ciento.

JC: La verdad que me trataba de adaptar a lo que hacían, tenía 22 años y en el plantel tenías unos jugadores que daban miedo, Chalo (Santiago Vilaseca), Seju (José Juan Gari), que además nos habían entrenado de chicos. Nos dieron mucha confianza y nos decían “Si te cagas a palos, sos bienvenido”.

 

¿QUIÉNES ERAN LOS REFERENTES DE ESE EQUIPO?

FL: En los backs el Colo (Germán) Albanell. Jorge Piacenza. Y después un referente mío era Santi Gortari, aunque nunca se lo dije. Nunca vi un jugador con más hambre de try que él.

AL: Teníamos al Chalo, Seju, y después a toda la generación 89: Garrafa (Juan Manuel Gaminara), el Gato (Diego Cat) que metía orden con Garrafa, el Tambor.

JC: El Goofy (Francisco Vilaseca). La generación 89 eran jóvenes, pero venían con tremendo rodaje y le metieron una impronta al rugby del club que marcó a muchas generaciones.

AL: Me acuerdo cuando subí en 2012 era el único de mi generación en los forwards y no me olvidó más. Debuté contra MVCC. Un día de lluvia y barro que lo echan a Lemoine en un partido muy caliente, yo no entendía nada. Al fin de semana siguiente acá contra Cuervos, yo en esa época tenia pelo y mucha facha (risas).

FL: Y varios kilos más.

AL: Varios kilos más, varios músculos mas y varios tatuajes menos (risas). La cuestión es que en uno de los primeros rucks, un jugador referente de Cuervos me agarra de los pelos y me aprieta para abajo contra el ruck. Yo no sabía qué hacer, estuve un segundo pensando y caen Seju y el Canica (Joaquín González Lerena) y lo barrieron al flaco. Ahí me sentí protegido y empecé a agarrar confianza.

Para mi eran todos referentes. La 89 era medio una leyenda, todos ya habían salido campeones en 2010, una generación de deportistas tremenda. Sin decir nada, había una vara alta y se sentía un poco la presión.

JC: La 89 es una generación que arrancó muy joven a jugar en Primera y eran todos buenos jugadores.

¿QUÉ ROL CUMPLIERON LOS REFERENTES Y CUÁL LOS MAS JOVENES?

JC: Los referentes eran los que ponían la pechera contra todo y les daban lugar a los jóvenes para que puedan jugar.

AL: Nos sentíamos respaldados por los más grandes y estaba Seju que te decía todo clarito. Nosotros veníamos con muchas ganas y los que estaban de antes tenían la cabeza bien puesta y ordenada. Se combinó todo.

¿CÓMO ERA SEJU COMO CAPITÁN?

FL: Un señor. Diez puntos. Era un ejemplo en las prácticas y en los partidos, siempre de buen humor, jamás te hablaba de mala forma. Para mí de los mejores capitanes que tuve.

AL: Seguro. Te decía las cosas sin presionarte y sin meterte la pesada, un tipo correcto, el más correcto que conozco.

¿QUÉ ROL CUMPLIERON LOS ENTRENADORES CESAR CAT Y GONZA AMAYA?

JC: Pienso que era una pareja de técnicos que se complementaban mucho. César es una persona más fría, técnica, iba más al modo de juego y Gonza es un motivador, te transmite los colores del club.

AL: El Gonza te contagiaba salado, llegabas a práctica en invierno cagado de frio y el loco tenía una energía que te hacia entrar en calor. Creo que nos trajo cosas de su club Hindu, eso que decía Capu de transmitirte los colores.

FL: Tal cual como lo dicen, el Gonza más pasional, yo lo conocí cuando subí a Sub19, con César tengo una historia larguísima de todo el colegio y es una persona bastante cercana. Cuando era entrenador en el colegio me ponía 10 minutos por partido y me decía “vos anda al fondo para recibir las patadas y que no te caiga la pelota”. Imaginate el balde. Después cuando lo tuve en Plantel Superior y fue una relación más de pares, la cosa fue distinta, estuvo espectacular.

Una cosa que me acuerdo perfecto es que Balta (Baltazar Amaya) era el que le llevaba el tee al pateador.

¿CÓMO ARRANCA EL TORNEO?

JC: La primera fecha fue con Pucaru acá. Un partido durísimo.

AL: Para mí jugábamos más, pero no se nos daban tanto los resultados. Ese año perdimos las 2 veces con Cuervos, pero también hubo partidos muy buenos como el segundo con OCC que les metimos 40 puntos en su cancha.

FL: Fue un pesto con 3 trys de Santi Gortari. La primera rueda fue un poco irregular y la segunda más pareja, con mejor nivel.

¿EL EQUIPO SE MANTUVO O HUBO RECAMBIO DURANTE EL AÑO?

JC: Bueno, por ejemplo, Tomy Zerbino jugó casi todo el año, se fue antes de la parte final del campeonato a estudiar a Estados Unidos.

Yo alternaba con el Canica, él titular y yo suplente. Y en la semifinal le sacan la quinta amarilla y no puede jugar la final. Vino y me dijo “Bueno Capu, este es mi regalo, yo jugué la de 2010, ahora te toca a vos”. Un animal.

FL: Yo la primera mitad del año jugué en Intermedia, de 10 y de 15. Debuté en Primera el primer partido de la segunda rueda, contra Pucarú en cancha de ellos.

Nico Beare jugó muchos partidos en Primera ese año, estaba picantazo. Al final terminó perchando y la anécdota que Nico cuenta es que cuando lo fueron a buscar para ponerlo, estaba en la tribuna dirigiendo los festejos.

AL: Yo me perdí casi todo el año, me había roto los cruzados el año anterior y al final decidieron no operarme y vuelvo a jugar.

¿CÓMO JUGABA OLD BOYS?

AL: Nosotros estábamos en la cocoa (risas).

FL: Era un equipo muy sólido en los forwards y eso nos permitía a los backs siempre jugar yendo para adelante y estábamos con una confianza plena para jugar. La cosa era que nos den pelotas de calidad y nosotros afuera resolvíamos.

JC: También teníamos un buen scrum, line y maul.

¿HUBO ALGUN MOMENTO DE BAJÓN?

AL: Arrancamos bastante irregulares y en la segunda parte afinamos, pero cuando llegamos a Semifinal nos tocó Cuervos que nos había ganado bien los dos partidos de la temporada regular.

Jugamos un partido de puta madre, no me olvido más, tremendo try del Oveja.

JC: La segunda parte del año fue bastante estable, te diría para arriba.

 

¿CUÁL FUE EL MEJOR MOMENTO DEL AÑO?

JC: Yo creo que el mejor momento fue el partido con Christian allá, estábamos jugando bien y fue contundente. Y no era un OCC diezmado, tenían todo.

FL: Igualmente pienso que los dejamos vivir, estábamos para hacer historia y la dejamos pasar. Me acuerdo que en la charla del final lo dijimos: “Este partido era para dejarlo en un cuadrito de 0-40 y termino 10-40. La dejamos pasar”.

¿QUÉ SIGNIFICÓ PARA USTEDES LA LLEGADA DE QUICHO (JUAN CARLOS BADO)? ¿PESÓ EN LA HISTORIA FINAL?

JC: No sé cómo fue su llegada, pero la verdad que llegó y se puso a disposición, fue uno más, jugó un partido de bienvenida en la Pre intermedia contra Canarios y vino a aportar lo que sabía. Para nosotros fue impresionante su presencia. Me acuerdo en el scrum, si me quedaba estaqueado, el loco no me dejaba ir para atrás.

AL: Eso estaba salado. Las primeras veces que hicimos scrum, la formación se movía como Quicho quería. El loco se clavaba y cuando el 9 pedía el giro, el scrum giraba. Una técnica impresionante. Yo estaba acostumbrado a estar en el scrum como muy sufriendo y lo miraba y el tipo estaba en buena posición, tranqui ahí, clavado.

¿CÓMO FUE AQUELLA FINAL? LA RECORDAMOS COMO UN SUFRIMIENTO CHINO.

FL: Para arrancar fue un domingo. La previa estuvo medio tensa. Yo era muy chico y no había tomado dimensión de lo que estaba pasando hasta ese domingo que recibí varios mensajes de veteranos del club con los que nunca había hablado y me di cuenta que no solo íbamos a jugar por el rugby, sino que lo íbamos a hacer por la historia del club y eso me sacudió.

AL: La previa fue complicada, habían colgado una pancarta. Mucha chicaneada, me acuerdo que los últimos 3 días no fui a facultad, me iba a cruzar con alguien de Christian o de Old Boys y yo no quería saber de nada.

LLEGAMOS AL DIA DE PARTIDO. DESCRIBANNOS EL DIA ENTERO

JC: Me levanté, me pegué una ducha y vine para acá, estábamos todos al lado de la estufa, pero nadie estaba jodiendo. No era un día lindo. Cuando llegamos al Charrúa era una misa, nadie hablaba y me acuerdo cuando Cesar arrancó la charla técnica.

AL: Recuerdo estar cambiando tapones porque estaba mojado. Me levanté mal de la panza y con mensajes en el teléfono y pensaba en cómo se había picanteado en la semana. Yo no me preparaba mucho para los partidos de rugby, pero ese día sí, todo tenía que estar en su lugar.

FL: Me desperté ese día, puse un par de temas de la azulgrana y desperté a toda la gente y salí a ver como estaba el día. No estaba lindo. Como dice Capu cuando llegamos a la sede nadie hablaba.

¿EL HECHO DE JUGAR EN EL CHARRUA LES CAMBIABA LA HISTORIA?

FL: Para mi sumaba.

AL: Sin duda, yo siempre disfruté mucho del vestuario y como que ahí ese día era todo x 10. Escuchabas el canto de la Banda Azulgrana, estaba pasando.

JC: habíamos estado una semana antes en la semi, ya nos era más familiar el lugar.

¿CÓMO FUE EL PARTIDO?

JC: Un sufrimiento, me acuerdo que penal que hacíamos, penal que la guardaban. Estábamos en un ruido.

AL: No nos estaban saliendo las cosas. Veníamos de jugar bien, no habíamos tenido casi partidos complicados y este no era nada fácil de resolver. Nos empezamos a desesperar y queríamos ruckear mas, empujar más en el scrum pero no era la idea. La idea era apegarte a lo que tenes que hacer y que no empiece la locura.

FL: Todo trancado. De adentro se veía negra, parecía que se escapaba.

¿CÓMO FUE EL ENTRETIEMPO DE ESE PATIDO? ¿SE ACUERDAN DE QUE HABLARON? ¿QUÉ DIJERON LOS ENTRENADORES? ¿QUÉ JUGADOR HABLO?

FL: No me acuerdo, pero si es por tirar hablaron Seju y el Garrafa. Fuera de joda, no lo recuerdo como un entretiempo nervioso. Punto a favor para los referentes que nunca perdieron la cabeza.

AL: Yo creo que no me acuerdo por eso, porque no había nadie gritando ni rezongando, pero no me acuerdo que nos dijimos.

JC: Yo no me acuerdo del entretiempo, pero sí de que sobre el final del primer tiempo, ellos tienen un scrum en nuestras 5 yardas y parecía que nos iban a llevar puestos y nos trancamos y no pudieron avanzar. Eso nos dio confianza. Podemos, estamos acá. Imagino que la charla debe haber venido por el lado “Muchachos, si no nos largamos a jugar un poco más se nos va”.

PANCHI CONTANOS EL TRY

FL: Me la da Santi Gortari. Pasan en falso Garrafa y otro, el Colo a Gortari que fija la marca y me tocó anotar a mí, pa me tiré de cabeza.

JC: Hay una foto que es tremenda. Se ve a Panchi volando y atrás toda la tribuna de Christian agarrándose la cabeza.

FL: Yo tengo muy presente la foto de Tambor bajando ese line que termina en el try de maul.

¿QUÉ PASÓ CUANDO ENTRÓ QUICHO?

AL: Yo creo que cambió todo, el line y el maul sobre todo, pero el scrum no estaba andando bien y se corrigió. Olvídate, entró con la carpeta.

JC: Le puso rueditas al maul.

¿QUÉ RECUERDAN DEL FINAL?

AL: Yo me acuerdo del tackle de Tambor al Colo Leivas y la pelota vuela a la mierda y termina. Gran final de partido.

FL: En ese momento levanté la vista y vi a toda la gente entrando a la cancha. Una locura, una sensación de felicidad tremenda.

JC: Lo que para mí fue impresionante fue cuando entramos al vestuario. La felicidad era inmensa, con el Tin decíamos “No quiero que se termine esta semana, que dure para siempre”.

AL: Increíble ese vestuario, entró Frolo con toda la banda azulgrana y los bombos, entraron mis 2 hermanos y nos sacamos una foto los 3 sentados en los lockers, que la tengo guardada al lado de la cama. Pico de felicidad.

FL: Yo tengo una foto con mi viejo que se había puesto una peluca y un casquito como si fuera yo. Creo que no hay nada más lindo que salir campeón con el club.

¿CÓMO ESTUVO LA LLEGADA AL CLUB?

AL: De locos, estaba repleto de gente. La sede decorada con trapos colgando y banderas, el piso temblaba.

JC: Papel picado, la gente saltando. Era un circo. En la barra de la cantina había una botella de Johnny de 5 litros y nos habían prometido que si ganábamos era nuestra. La hicimos paté.

¿CREEN QUE ESE ACONTECIMIENTO DE ALGUNA FORMA LOS HERMANÓ?

JC: Pienso que lo que te hermana no es el final sino el camino que recorriste con esa gente para llegar.

AL: Yo soy 91. En el colegio jugaba un año con la generación de Capu y otro con la de Panchi. En esa época nuestros viejos nos traían a ver la Primera cuando jugaban el Chapi (Juan Campomar), el Pingo (Agustín Pereira), Caco Pastore, Andre Imaz.

Después llegamos al Plantel Superior y jugamos con ellos. Pienso que la hermandad abarca más que el plantel campeón, pero claro que con este grupo de 2013 siento algo muy especial.

No vivo en Uruguay hace mil años y cada vez que vengo me siento como en mi casa, ¡a Panchi hacia 4 años que no lo veía! Siempre que estoy en Uruguay aprovecho y vengo al gimnasio y me encanta ver esa foto del equipo campeón 2013.

FL: Con ese grupo compartimos muchos momentos de felicidad. Cuando los ves te acordas de esos momentos.

 

¿QUIÉN FUE EL MEJOR JUGADOR DE OLD BOYS DE ESA TEMPORADA?

AL: Para mí el Garrafa, un tipo constante y que siempre estaba ahí palo y palo. Un tipo que unía, a veces se calentaba y te cagaba a pedos.

JC: Pensándolo ahora, el Chalo (Santiago Vilaseca) y Seju por todo lo que significó Seju ese año. Y Panchi fue la revelación, seguro, eso no se discute.

FL: Para mí fue Seju, creo que era un equipo muy parejo en el nivel de juego individual, no había nadie que digas paaaaa pero como lideró Seju ese grupo fue impresionante. Pasé de tenerlo de entrenador, a compañero y capitán. Fue un placer ser liderado por ese jugador.

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