El pescado en nuestra alimentación: beneficios y recomendaciones en su consumo
Por Lic. Mercedes Rodríguez
Foto: Diseñado por @freepik
Este año realizando un curso de postgrado sobre Calidad Nutricional de los productos pesqueros, con un grupo de expertos internacionales referentes de la facultad de Ciencias, pude conocer otros aspectos relacionados a este alimento y a nuestro ecosistema acuático.
En la última década, el consumo mundial de pescado per cápita ha experimentado un aumento llegando a superar los 20 kg por persona en el 2019.
Organismos como La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) siguen instando a su incorporación regular como parte de una dieta saludable.
En America Latina su consumo sigue siendo menor.
Los ecosistemas salobres, estuarios y marinos, son muy importantes para las especies acuáticas y las costas uruguayas al cumplir con estas caracteristicas y tener temperaturas apróx de 19 grados y una salinidad entre 15 al 30 %, permiten que los peces puedan realizar su “nursery” (anidación y cría de sus larvas).
Por lo tanto, tenemos una amplia variedad de especies como por ejemplo: Brótola, Lenguado, Merluza, además de las que podemos encontrar importadas en el mercado, lo que nos permite acceder a pescados frescos durante todo el año.
Recientemente, mientras visitaba un puesto de venta de pescado, me encontré con muy buena brótola capturada en Rocha. Esto trajo a mi memoria un recuerdo especial de mis veranos, cuando en la pesca artesanal de La Paloma encontrabamos sabrosas corvinas que luego se compartía con amigos y familiares alrededor de la parrilla.
¿Pero cuáles son los beneficios de incluir pescado en la alimentación?
La carne de pescado es de facil digestión, tiene un aporte calórico bajo y es una muy buena fuente de proteínas de alto valor biológico, rica en aminoácidos esenciales, contiene vitaminas (A, D, E, K y del grupo B) y variedad de minerales (calcio, fósforo, sodio, potasio, magnesio, hierro, zinc, yodo, entre otros).
Y se destaca por su interesante aporte de lipidos, debido a su bajo contenido en grasas saturadas y a su contenido en grasas insaturadas, aportando ácidos grasos poliinsaurados de cadena larga omega-3, EPA y DHA. Estos se denominan esenciales porque el cuerpo humano no puede sintetizarlos por sí mismo y necesitan se incorporados a través de la alimentación, debido a las importantes funciones que cumplen en nuestro organismo.
El consumo de EPA se asocia con la protección de la salud cardiovascular debido a que ejerce efectos hipotrigliceridémicos, hipocolesterolémicos y antiinflamatorios. El DHA se asocia con el desarrollo y la función del sistema nervioso y visual.